Los niveles de energía de los electrones en el grafeno cambian con respecto a sus energías en una sola capa y esta propiedad, según Parhizkar y Galitski, podría tener dimensiones cósmicas.

Señalan que podría existir un universo paralelo al nuestro

Señalan que podría existir un universo paralelo al nuestro esto gracias a una investigación que ha descubierto en el grafeno unas propiedades sorprendentes que podrían resolver las dudas sobre la constante cosmológica y explicar cómo se formaron las partículas elementales.

Del grafeno podrían esperarse muchas cosas, pero resulta difícil imaginar que daría lugar a un modelo cosmológico según el cual nuestro universo sería uno de dos universos paralelos estrechamente vinculados.

Ese modelo cosmológico ha sido un hallazgo inesperado, surgido después de que dos investigadores de la Universidad de Maryland descubrieran una propiedad sorprendente en el grafeno.

Según plantean, esa propiedad del grafeno sugiere que nuestro universo sería coalescente, es decir, estaría compuesto por otro universo que interactúa constantemente con el nuestro.

El grafeno es un material nanométrico bidimensional, compuesto por una capa de átomos de carbono colocados en una superficie uniforme que es ligeramente ondulada. Su estructura muestra una configuración atómica hexagonal.

Es el material más resistente de la naturaleza que no ha pasado desapercibido: los físicos Andréy Gueim y Konstantín Novosiólov fueron galardonados con el Premio Nobel de Física en 2010 por sus revolucionarios descubrimientos sobre el grafeno.

Fueron los físicos, Alireza Parhizkar y Victor Galitski, los que han vuelto a dar la campanada con el grafeno. Descubrieron que, cuando una lámina de grafeno curvada y estirada se coloca sobre otra hoja igualmente curvada, de esa interacción surge un patrón nuevo que tiene un impacto directo en la conductividad eléctrica.

El físico Andrey Feldman destaca que las propiedades físicas de una sola capa de grafeno dependen del tamaño de su patrón hexagonal elemental.

En el grafeno bicapa, si las capas se deforman entre sí, se produce una nueva estructura periódica llamada patrón de muaré: su escala de longitud puede mostrar mayores órdenes de magnitud que el tamaño de los hexágonos originales.

Como resultado, los niveles de energía de los electrones en el grafeno cambian con respecto a sus energías en una sola capa y esta propiedad, según Parhizkar y Galitski, podría tener dimensiones cósmicas.

Es decir, ambos autores plantean que, en los experimentos sobre las propiedades eléctricas de las láminas de grafeno apiladas, prevalecen unas condiciones energéticas especiales que se repiten siempre, produciendo resultados que se parecen a pequeños universos. En otras palabras, aseguran, podría existir una realidad paralela a la nuestra que se revela a través del grafeno.

 

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