El Departamento de Justicia confirmó que el arresto de los capos de “una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo” tuvo lugar en El Paso, Texas.
Algunas fuentes extraoficiales aseguran que ambos líderes delictivos se habrían entregado voluntariamente. Sin embargo aún no se ha compartido información sobre las circunstancias de cómo ambos se adentraron a territorio estadounidense, pero un medio de comunicación indicó que presuntamente habrían aterrizado en un avión privado.
Ambos enfrentan múltiples cargos en EEUU por liderar las operaciones criminales del cartel, incluidas sus redes de fabricación y tráfico de fentanilo.
“El fentanilo es la amenaza de drogas más letal que nuestro país haya enfrentado jamás, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que cada líder, miembro y socio del cartel responsable de envenenar a nuestras comunidades rinda cuentas”, dijo en un comunicado el fiscal general, Merrick Garland.
La Fiscalía estadounidense acusó en febrero a El Mayo de conspiración para fabricar y distribuir fentanilo, una droga que ha provocado numerosas muertes en Estados Unidos en los últimos años.
A ambos se les acusa de delitos como tráfico de cocaína, marihuana, lavado de dinero, secuestro y asesinato.
Joaquín Guzmán López, es integrante de Los Chapitos, célula conformada por los hijos del Chapo Guzmán, quienes se encargaban de supervisar “aproximadamente once laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa que producen entre 3,000 y 5,000 libras de metanfetamina al mes”.
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