Gildardo López Astudillo, conocido como El Gil, figura central en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y testigo protegido de la Fiscalía, cuyo testimonio ha sido crucial para contrastar la «verdad histórica» de este suceso que conmocionó a la opinión pública en 2014 está «desaparecido».
Bajo el seudónimo de Juan, López Astudillo proporcionó información que cuestionó la versión histórica establecida por la Procuraduría General de la República (PGR), abriendo nuevas líneas de investigación y alimentando las esperanzas de encontrar la verdad y la justicia para las familias de las víctimas.
Sin embargo, desde el 5 de abril de 2024, López Astudillo se encuentra prófugo, evadiendo las autoridades y complicando aún más el esfuerzo por esclarecer los eventos que rodearon la tragedia de Ayotzinapa.
Como líder supuesto de la banda delictiva Guerreros Unidos en Cocula, a López Astudillo se le acusa de ser uno de los responsables de la entrega de los estudiantes a dicha organización criminal por parte de las autoridades locales en septiembre de 2014, según testimonios recabados durante la investigación.
A lo largo de los años, López Astudillo ha sido sujeto de protección por parte de las autoridades. A pesar de haber sido detenido en 2015, su posterior absolución y liberación en 2019 han generado debate sobre su papel en los eventos de Ayotzinapa y la efectividad del sistema judicial mexicano en el procesamiento de casos de esta magnitud.
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